Su autor, el artista plástico Manuel Suescún, indicó que estará
lista en un mes, y que tendrá el rostro que el comandante lució en 2006
Mérida tendrá la primera estatua pedestre de Chávez exhibida en un
lugar público, según informó el artista plástico Manuel Suescún,
director de cultura de la Alcaldía del municipio Rangel del referido
estado. El servidor público indicó que la figura del Comandante será de su
autoría, y que le fue encargada por la Gobernación con el fin de
emplazarla a la salida del aeropuerto de la ciudad.
“Va a estar señalando hacia el Sur con su mano izquierda, y con la
otra en el pecho. Tendrá su cinta tricolor (banda presidencial) sobre el
uniforme de campaña verde oliva, y llevará su boina”, describió. El escultor precisó que la obra tendrá 2,20 metros de altura, y que
será ubicada exactamente en la plazoleta de la sede de la Corporación de
Salud de la Gobernación del estado Mérida. “La plaza no tiene nombre,
pero de seguro llevará el del Comandante una vez se coloque allí la
estatua”, señaló.“De que tengamos referencia, es el primer pedestre al Comandante que va a estar en un espacio público”, insistió.
SIN BOCETO ENTRE LÁGRIMAS
Las horas de que Suescún le ha dedicado a la estatua de Chávez han
estado acompañadas de “muchas lágrimas”, porque para lograr un rostro lo
más exacto posible ha tenido que observar detalladamente muchos
registros audiovisuales. “Los pómulos y el ceño del comandante Chávez son muy particulares. Yo
he visto esculturas del él, pero su ceño se lo hacen muy recto.
Entonces, me tuve que poner a ver unos cuantos videos para sacar los
detalles y lograr que el Comandante quedara casi que hablando, pero
cuando uno ve los videos, lo que hace es botar las lágrimas. No tenía
derecho de irse y habernos dejado tan rápido”, consideró.
HASTA LA MADRUGADA
Suescún indicó que entre los primeros tres días de mayo inició el
modelado en arcilla de la representación del líder supremo de la
Revolución Bolivariana, sin realizar un boceto previo. “Lo comencé a
trabajar directamente”, afirmó.“Como tengo que cumplir las labores de la Dirección de Cultura, yo lo hago en las noches y los días libres”, apuntó.
De lunes a domingo Manuel Suescún ha dedicado tiempo para modelar la
estatua de Chávez, en el salón de exposiciones de la Casa de la Cultura
del municipio Rangel.
Para trabajar, se coloca sobre su ropa una chaqueta impermeable con
el tricolor nacional, que está toda deteriorada y manchada, y un mono
rojo del mismo material. “Es lo que siempre uso para proteger mi
vestimenta y no ensuciarme más que las manos, porque a veces tengo que
salir corriendo a hacer otras cosas”, apuntó. Una vez listo para trabajar, destapa su obra en ejecución, que cubre
con trapos húmedos y bolsas plásticas al terminar cada sesión, porque
debe mantener húmeda la arcilla para continuar dándole forma al día
siguiente. “Trabajo un promedio de cuatro horas diarias; a veces me he
quedado más, pero hay otras que me he tenido que ir más temprano”,
comentó. Indicó que siempre empieza a trabajar a las 7:00 pm, aproximadamente,
y destacó que en dos ocasiones se quedó hasta las 4:00 am. “Esto es
algo que absorbe, pero me voy a dormir porque al día siguiente no voy a
poder continuar con mis responsabilidades en la alcaldía”.
“CHÁVEZ ES CHÁVEZ”
Para Suescún, representar a Chávez es un reto, porque todo el mundo
lo tiene fresco en su memoria: “En Bolívar uno puede tener un pequeño
pelón y quién dice que no es; uno puede comerse un gesto de él porque no
lo vimos personalmente, solamente tenemos las referencia y el último
rostro que se nos presentó, pero Chávez es Chávez”.“Chávez tiene que tener sus gestos desde el principio, porque está
fresco en la memoria. Si a la señora que ve la estatua no se le parece
al Comandante, no logramos el objetivo”, agregó.
El artista plástico confesó que lo más difícil para modelar al
gigante de Latinoamérica ha sido reproducir el rostro y su mirada: “La
nariz y los labios son bastantes particulares, pero sin duda que la
mirada lo es más”.
Destacó que la mirada del Comandante siempre estuvo cargada de
energía, pero a la vez era nostálgica. “Si usted lo ve, él supo ser
duro, pero el corazón se le reflejaba en su mirada. Tenía una mirada
profunda; cuando uno lo miraba, parecía que lo atravesaba. Su mirada
parecía arrastrada de los siglos pasados, y de los que vienen, porque de
aquí a los siglos que vienen se seguirá hablando del comandante
Chávez”, consideró.
Suescún precisó que en los detalles del rostro se le fueron unas 40
horas. A pesar de su experiencia, tuvo que rehacer el rostro varias
veces. “Al principio me estaba quedando como nuestro comandante se fue;
muy carón, un poco hinchado, y la verdad no es la forma de recordarlo”,
expresó. Continuó: “Este es el comandante Chávez del año 2006, cuando no se le
había diagnosticado ninguna enfermedad, cuando no tuvo esos cambios que
nosotros vimos desde que anunció que tenía una enfermedad o antes,
hasta que se nos fue”.
Subrayó que Chávez tuvo varios rostros en vida. “Éste es el
comandante sano. La referencia es el Chávez de 2006, cuando no estaba ni
tan Tribilín, ni tan delgado, pero tampoco lo había atacado la
enfermedad”. Para Suescún, “el comandante Chávez es nuestro segundo Libertador, es
el reivindicador de Bolívar”. Aseguró que tuvo el honor de verlo de
cerca cuando participó en un congreso extraordinario del Partidos
Socialista de Venezuela (PSUV), porque fue delegado del la tolda
política por el municipio Rangel.
SE ACEPTAN SUGERENCIAS
Aunque Suescún modeló a Chávez a solas, con las ventanas cerradas
porque la arcilla tenía que permanecer fresca, cualquier persona podía
entrar y observarlo trabajar: “Las esculturas las hago en mi mismo lugar
de trabajo para compartir con las demás personas. La gente llega y
pregunta qué estoy haciendo, y es bueno mostrarle para que me hagan sus
sugerencias”.
“Mi compadre, por ejemplo, me hizo una buena, me dijo que no me
olvidara de la bolsa que el Comandante tenía debajo de los ojos. Observó
que estaba muy plano en esa parte y que le faltaba un poco de volumen
ahí, y se lo dimos. La verdad que resultó”, relató. Apuntó que es importante que la gente le exprese al artista sus consideraciones, “porque uno está saturado de tanto verlo”.
LAS REPRESENTACIONES DEBEN SER PARA RECORDARLO
La estatua de Chávez es mucho más que un encargo para Suescún. “Esta
escultura tiene que servir para que cuando la gente pase por su lado
recuerde que no debemos dejar morir su legado, en razón de que tendemos a
desmoralizarnos”, subrayó.
Explicó que una muerte puede servir para dos cosas: “Para bien
sentirnos fortalecidos, y que en adelante ese pensamiento sea de cada
uno de nosotros y no del ser humano cuando anda vivo, sino que ya se nos
transforma en espiritualidad”, pero también sucede que “como seres
humanos tendemos a olvidarnos de las personas que enterramos”.
Por eso, consideró un acierto que se le condujera al Cuartel de La
Montaña: “Menos mal que al Comandante no lo pusimos bajo tierra, porque
es hasta peor. Por lo normal, a la gente que se entierra, se le olvida.
Menos mal que el Comandante está superficial en el Cuartel de la
Montaña, para que no nos olvidemos de él”.
Por lo antes expuesto, Manuel Suescún hizo un llamado a las y los
artistas: “Cuando se dediquen al Comandante, tanto en pintura como en
escultura, una talla o artesanía, traten de poner toda su inspiración
para que eso le llegue y le quede a la gente, porque gracias a Dios,
como artistas tenemos el don de dejar ese sentido de eternidad; nos
iremos y nuestras obras quedarán”.
“Las representaciones del comandante Chávez a través de una obra de
arte deben servir para eso, para que no nos olvidemos de él. Lo que me
da mucho más miedo, lo que ocurrió en nuestros municipios es que
lamentablemente se desmoralizó el pueblo y nos dejamos llevar por la
pena. Eso lo decía Nicolás (Maduro) y es verdad. Ojalá haya mucha obras
de él”.
EL AMOR ES LA INSPIRACIÓN
El amor hacia Chávez es la conexión entre el artista Manuel Suescún y
la estatua del líder supremo de la Revolución Bolivariana en la que
trabaja.
“Cualquier cosa que hagamos para el Comandante no va a estar a la
altura de lo que nos dejó. Por eso, si una obra que uno vaya a hacerle
no está bien o no estamos satisfechos, hay que volverla a hacer. Hay que
exigirnos al máximo en su figura”.
“Lo que nos inspira no tiene palabras, es como cuando se crea una
canción y uno dice: oye de dónde salió esta letra. Como sucedió con el
tema de El potrillo y la niña”, concluyó.
SERÁ UNA IMAGEN MODELADA
Manuel Suescún explicó que hay dos maneras de hacer una escultura:
mediante el esculpido o el modelado. Detalló que el modelado, que es la
técnica que aplica para hacer el pedestre de Cháv
ez, “se utiliza para
después vaciarlo en otro producto; es decir, esto es la matriz”. Agregó que del modelado se sacan los moldes con yeso y se extrae el
negativo. “Éste pasa a destruirse para darle paso a un molde cóncavo, y
ese molde va a convertirse en un vaciado de resina, cemento u otros
materiales, como piedra artificial o bronce”.
Acotó que “para el proceso de bronce, hacemos el vaciado con cera de
fundir, que es cera virgen con parafina, y eso va otra vez a unos moldes
de polvo refractario que es ladrillo molido con yeso, y eso va a unos
hornos durante una semana, día y noche, a una temperatura de 800
grados”.
Explicó que “eso lo que hace es que la cera se consuma, y luego, en
un crisol, a 1.200 grados fundimos el metal para incorporarlo en esos
moldes”.
Luego, concluyó, se arma la escultura con soldaduras, y se termina
con unas pátinas. Precisó que el vaciado en bronce de una escultura se
lleva un mes, aproximadamente. Acotó que los moldes se hacen por parte. “La cabeza, los brazos, el torso y las piernas se funden por separado”. Todo se hace en la parroquia Mucuchíes. Aún no hay fecha para la colocación de la estatua.
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